martes, 9 de agosto de 2016

Cuando DC pasó estar a la sombra de Marvel

[Lo que estás a punto de leer es mi opinión y un tocho de post que te cagas, abandona este lugar o lee con una taza de café o similar en la mano].

No soy un gran fan de los cómics, si diferenciamos el cómic clásico de superhéroes, Marvel o DC, de los que llamamos en España tebeos de toda la vida, que obviamente no dejan de ser cómics, pero vamos a lo que importa antes de que me líe.

Yo era fan de Mortadelo y Filemón, Astérix y Obélix y Tintin. En algún momento cayó en mis manos un cómic de Spiderman y tres o cuatro comics del “Caballero Luna” que mis padres me compraron en un mercado medieval (si señores, cómics en un puesto de un mercado medieval), hace como unos veinte años o así.

Aunque nunca me he enganchado a los cómics de Marvel o DC, me hice fan de todas las series de dibujos o películas que hubiera sobres sus estupendos personajes. Pero basta ya de prólogo.

Marvel y DC se retroalimentaban una a la otra (y supongo que en cierta medida siguen haciéndolo) copiándose superhéroes los unos a los otros. Flecha Verde (DC) acabó teniendo su “doppelgänger” en Ojo de Halcón (Marvel) ambos arqueros prácticamente infalibles. Dr. Destino (DC) terminó con una copia más que decente en Dr. Extraño (Marvel) los dos magos de enorme poder. La lista sigue pero no hubo fieras batallas en los tribunales, sino en las tiendas de cómics y quioscos. Marvel “copiaba” esos personajes, los retorcía un poco, quizás los hacia más amables y los lanzaba al mercado.



A la izquierda Flecha Verde, a la derecha su contraparte de Marvel y además zurdo, Ojo de Halcón

A la izquierda el poderoso Doctor Destino , a la derecha, la versión de Marvel Doctor Strange (Doctor extraño)
Esa batalla se reproduce hoy día en y en la televisión, y de momento gana Marvel por goleada. Ambas compañías han adoptado dos estrategias totalmente distintas para intentar llegar a un mismo objetivo, enganchar a generaciones pasadas y presentes a la butaca o al sofá poniendo a los superhéroes de toda la vida en la pequeña o gran pantalla.

En el caso de Marvel un día debieron sentarse guionistas, productores ejecutivos y quizás hasta un par de matemáticos o físicos teóricos, para elucubrar un universo cinematográfico cohesionado, coordinado y coherente independientemente de quien llevara a cabo la producción de la ficción.  Marvel agita la batuta de director y todo, casi por arte de magia, concuerda. Series como Dare Devil, Jessica Jones y pronto Luke Cage, Iron Fist y una serie que juntará a todos ellos llamada Los Defensores, siguen a Agentes de SHIELD y la futura Motorista Fantasma para seguir enriqueciendo el universo dominado por todo el elenco de Los Vengadores, al que posiblemente llegarán el Motorista Fantasma, Blade (de nuevo) y el enigmático Caballero Luna, el considerado Batman de Marvel.

Aquí tenéis al Caballero Luna, el puño de Konshu, el tipo cuyos cómics cayeron en mis manos en aquella feria

En el caso de DC... alguien estaba de farra o de vacaciones. Espero, en todo caso, que el verdadero problema sean los derechos de distribución y explotación de los distintos superhéroes, que en su momento escrito en papel hubiera indicaciones que tal o cual superhéroe tendría su versión en televisión y no en cine y que luego los estudios de la Warner se echaran las manos a la cabeza y se echaran hacia atrás intentando arreglar el asunto.  Antes, DC entregaba a la audiencia películas sueltas, Superman Returns, Constantin, Catwoman (jajajaja), la trilogía de El Caballero Oscuro de Cristopher Nolan… ninguna de ellas integrada en un universo conjunto, pero todas ellas (salvo Catwoman quizás) con más que decentes resultados en taquilla.

La trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, hito del cine.

Por otro lado, y antes de sacar el Hombre de Acero o pensar en traer a Batman al cine de nuevo, DC se arriesgó y sacó una serie con un carácter más o menos independiente que todos debéis conocer, Arrow, las historias del conocido Flecha Verde, pero con un tono pues… más oscuro, y más plano dicho sea de paso. Dudo que por aquel entonces tuvieran en la cabeza sacar otras producciones como Flash, Leyendas del Mañana, o Supergirl (comprada a la CBS por la CW, cadena que se encarga de Arrow, con una inteligente maniobra de integración), pero el caso es que ha funcionado, al menos, en la pantalla pequeña.

Arrow, The Flash, Legends of Tomorrow y ahora Supergirl, las apuestas de The CW.

Pudo DC comics aprovechar la primera temporada de Arrow para intentar integrarlo dentro de un futuro universo cinematográfico, pero ya sea por los tiempos, problemas de producción o sencillamente vagancia, no les dio la real gana. En la segunda temporada ya nos presentaron a Grant Gustin como el velocista escarlata Barry Allen, ahí ya tenían seguro que The Flash nacería poco después. Por aquel entonces tanto Arrow como lo que sería luego The Flash cambió el universo televisivo a un tono más amable más simplón y por ende, más cercano a un cómic. Ya nos habían colado el Hombre de Acero en la primera temporada de Arrow, el tono era muy distinto entre lo que veíamos en la televisión y lo que veíamos en el cine, ya no había vuelta atrás.

Para matar toda posibilidad de integrar los dos universos, la televisión y el cine, la WB ya anunció que produciría Flash y que no contaría con Grant Gustin para el papel, sino con Ezra Miller. Los universos tenían tonos muy distintos y los que no hubieran visto la serie se sentirían perdidos ante tanto nuevo metahumano surgido a partir de la explosión del acelerador de partículas de Central City. No, había que empezar de cero, nuevo actor, nueva vida, nueva introducción.

A la izquierda Grant Gustin, a la derecha Ezra Miller, los dos interpretan a Flash

Stephen Amell se enfadó un montón al conocer la noticia de que Grant Gustin no iba a protagonizar la película Flash. Había “apadrinado” al actor bajo su ala tras el exitazo que resultó ser Arrow y dejó patente su enfado en las redes. Rápidamente desde DC y WB (propietaria por cierto de The CW Network, cadena emisora de Arrow, Flash, Leyendas del Mañana y ahora también Supergirl) se apresuraron a decir que no se enfadara, que no era una forma de desmerecer el trabajo de nadie, que los universos del cine y la televisión eran distintos… vamos… que la habían cagado con la estrategia y no había forma de hacer algo coherente y molón como Marvel.

Así que nos encontramos un universo televisivo el cual está repleto de series sin más pretensión que el entretenimiento más o menos fácil (las tramas en las distintas series no son muy sesudas que digamos)  y otro cinematográfico que lleva tres películas, dos de ellas con críticas negativas, resultados en taquillas aplastantes y descontento de algunos fans (y odio perpetuo de los fans acérrimos de Marvel)

Aún queda por ver si en DC tendrán los santos huevos de intentar mezclar Gotham con lo que hay hasta ahora dentro de The CW/DC. Ya lo han intentado metiendo al Constantine de Matt Ryan (mucho mejor que Keanu Reeves por cierto), tras la cancelación por parte de la cadena NBC, podrían intentar hacer lo mismo que con Supergirl aunque de momento solo lo podéis ver en la cuarta temporada como súbito ayudante en temas sobrenaturales.

Ni que decir tiene que me quedo con el Constantine de la izquierda, Matt Ryan, más parecido al prota de los cómics

DC de momento lleva las de perder en el campo de batalla del cine. Aún le quedan unas cuantas oportunidades para redimirse. La siguiente será Wonder Woman, que se estrenará en Junio de 2017, en Noviembre del mismo año La Liga de la Justicia, primera parte. 



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