HBO siempre sorprende, de ahí su slogan, "no es televisión, es HBO".
Y lo hace con cosas como True Blood, la adaptación a la pequeña pantalla del libro de Patricia Waddell, donde los vampiros han salido a la luz, y en los EEUU claman por tener derechos civiles como cualquier otra raza sobre la tierra.
A diferencia de Moonlight, otra serie vampírica, estos vampiros son como los que deberían ser, de esos que no salen por el día, y tienen sus debilidades.
En esta serie, Sookie, una camarera que tiene el poder de leer los pensamientos de la gente, se enamora, o eso parece, de Bill, un misterioso vampiro, el primero que se ve en la localidad desde que todos los vampiros salieran a la luz pública.
Sólo he visto el piloto y la verdad es que promete, unas actuaciones bastante naturales, un ambiente sureño y cerrado y dosis de misterio que te piden ver de inmediato el segundo capítulo.
Esta serie no ha visto España todavía, aunque si The Wire ha llegado aquí, esta producción de la misma productora, emitida desde el año pasado en los EEUU seguro que lo hará tarde o temprano.
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