lunes, 24 de mayo de 2010

PERDIDOS - Todo fue una broma.


El final de la serie más aclamada los últimos años no ha sido un sueño de Antonio Resines, ha sido, seguramente, mucho peor.

Una serie que ha cometido todos los pecados que supuestamente no debe cometer una producción televisiva, que ha mareado la perdiz para tener a los espectadores en vilo, ha terminado de una forma pastelosa y burda.

No se cierran los interrogantes y se abre uno más grande todavía. ¿De qué narices iba toda la serie?

Por mucho que los guionistas dijeran que la serie estaba totalmente planificada desde el primer capítulo, señores, yo no me lo creo.

Han sido hábiles, sin embargo, en colocar un montón de cosas a lo largo de seis tediosas temporadas, para que en el caso de encontrarse en un callejón sin salida, pudieran salir, mal que bien, del mal trago.

Yo sinceramente siento que con PERDIDOS, he perdido el tiempo. Señor J. J. Abrams, por favor, no lo vuelva a hacer.

PD: Iba a hacer un pequeño resumen de las seis temporadas, pero no tengo ni fuerzas ni ganas y creo que les iba a liar un poco la cabeza.
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