Tener el corazón en vilo durante dos horas en una película es posible. Pero puede llegar a ser perjudicial,puede hacer que el espectador no vea qué es lo que está intentando decir el guionista o el director con esa serie de imágenes que ponen delante de sus ojos.
Siete Almas, la nueva película de Will Smith, consigue, creo que incluso al de corazón más frío, suscitar un sentimiento de lástima, melancolía y pura tristeza durante las dos horas que dura la cinta.
También deja un poso de esperanza, de sacrificio, creo que también de redención aunque también de culpa.
Esta película es una pequeña joya del cine más potente emocionalmente hablando, aunque en contra se pueda decir que apenas deje descasar al corazón, ya que incluso cuando terminan los título de crédito, y horas después, uno sigue con el alma "tocada".
Recomendable para todos los públicos salvo quizás para los que tiendan a gastar paquetes y paquetes de pañuelos.
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