Es curioso, pero cuando empiezo un proyecto con alegría y fuerza, inmediatamente me asaltan o bien otras ideas que de repente me parecen de capital importancia, o bien las dudas me inundand sobre lo que escribo, nada me convence, veo sosa toda historia que invento, y luego, inevitablemente, dejo las cosas a medio hacer, intentando vascular entre uno y otro proyecto, no pudiéndome concentrar en uno sólo.
Y la verdad, es un problema, por que todo escritor que se precie, o eso creo yo, debe escribir, y terminar las cosas que escribe. Si, lo se, es una perogrullada, pero es un mal que por alguna razón vengo sufriendo desde hace tiempo y creo no ser el único al que le pasa.
Supongo que todo es conquistar esa voluntad de acción, de conseguir las metas propuestas, de ese motor que Enrique Rojas, psiquiatra, escritor y conferenciante, nos mueve para ser personas mejores, completas y determinadas.
Seguramente, si algun guionista novel o experimentado llega a este blog de cero visitas diarias, pueda decir "si, yo también sufro de esto", el miedo a hacer historias insulsas, sosas, el miedo a la hoja en blanco.
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