martes, 15 de septiembre de 2009

Patrick Swayze muere a los 57 años.

Siempre que muere una estrella, sobre todo cuando sus últimos días de vida han sido una lucha contra la enfermedad y casi contra lo imposible, la cosa parece un poco más triste, por hipócrita que parezca, por que sabemos que siempre en todas partes el drama está presente.

No sería uno de los actores más versátiles, de hecho su carrera pareció estancarse incluso antes de su enfermedad, pero siendo un icono del cine, sobre todo por Ghost y Dirty Dancing (en mi opinión más por la primera), uno no puede evitar torcer un poco el gesto.

Patrick Swayze ya no estará en el firmamento de Hollywood, pero siempre hay algo de inmortalidad en el mundo de la meca del cine.
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1 comentario:

la guardiana dijo...

Siempre nos quedará Dirty dancing................Me necantaba