Fast & Furious - Todavía más rápido... pero rápido, rápido, rápido oiga.

"No fastidies..." dije cuando vi pasar un autobús de Continental-Auto dirección Alcalá en la parada de Canillejas, rodeado de todo un caos de excavadoras.

Debí de decirlo en alto, pues un par de chicas me miraron de soslayo. Igual creían que estaba loco.

La razón de aquella frase entrecortada fue el cartel que el autobús exhibía con "orgullo", en su lateral. Un cartel oscuro, de letras plateadas, y caras de actores más o menos conocidos, el título era... "Fast & Furious - Todavía Más Rápido".

Aunque lo haya dicho de manera un poco literaria, es más o menos lo que ocurrió cuando vi el cartel. No creía que después de una incomprensible tercera parte tras una innecesaria segunda parte se les ocurriera sacar la cuarta parte contratante de la primera parte... que me lío.

Fast & Furious fue una peli que, en principio, tocaba un tema que se iba poniendo de moda, el tunnig de coches, el cual, rompiendo una lanza a favor del tema, no me parece mal, hay coches que bien tuneados, resultan impresionantes. Además, la gente estaba bastante viciada (entre ellos yo) a la saga de videojuegos Need For Speed, que dicho sea de paso, es uno de mis videojuegos favoritos, pese a no tener ni repajolera idea de conducir.

Entre todo ese "circo" de coches tuneados y carreras ilegales, meter una subtrama de mafias, drogas y maleantes varios, no parecía una mala idea del todo. Pero la segunda parte fue igual, y la tercera más de lo mismo, pero con el añadido increíble de un Japón neopop y donde hay una extraña concentración de estudiantes norteamericanos en los institutos.

Bueno... les dejo el tráiler a ver que les parece.