domingo, 1 de marzo de 2009

El asombroso viaje de Pomponio Flato




Durante casi doscientas páginas de humor irreverente, Eduardo Mendoza nos traslada a la Palestina del siglo primero para contarnos las aventuras y desventuras, más bien desventuras, de Pomponio Flato, patricio del orden ecuestre con una afición muy rara a beber todo líquido, por oscuro que sea, que mane de la tierra y que se rumoreé o que bien da la sabiduría o la vida eterna.

Pese a que me dio la impresión de que el final poco importaba, y que en los tres últimos capítulos todo se cerraba de manera atropellada, esta novela policíaca, fuera de toda catalogación o etiqueta, o bien te hace soltar carcajadas ante lo absurdo y surrealista de la situación del protagonista, o bien, te hace torcer el gesto por la continua indisposición intestinal del protagonista.

Un viaje corto y directo al corazón de la sátira, que nadie al que le guste leer, debería pasar por alto.
Comparte esto con el mundo:

No hay comentarios: