Pintor, escritor y director, comenzó sus andaduras audiovisuales con “Six men getting sick”, un proyecto personal, en el que el director muestra uno de sus cuadros, en ligero movimiento, cambiando de color de fondo, y con un sonido de fondo traumatizante, como una sirena de emergencia.
Su primer proyecto de largometraje, que en principio iba a ser un proyecto de cortometraje para la academia de cine en la que cursaba sus estudios, fue “Eraserhead” (Cabeza borradora), una película que se convertiría en culto, con una altísima dosis de surrealismo.
Pero dos de sus obras son las que se identifican, creo yo, claramente con su nombre, la serie de televisión Twin Peaks y la película Dune.
Muchos nos preguntábamos en Twin Peaks, capítulo a capítulo, quién era el asesino de Laura Palmer, mientras veíamos como el agente Dale Cooper aplicaba el Zen a su método deductivo, tenía ensoñaciones con enanos y gigantes, o la “mujer del leño” clamaba como su leño había visto cosas extrañas en Twin Peaks.
El agente Dale Cooper soñando con la habitación roja y Laura Palmer
Sin embargo, Dune, también aclamadísima, parece un poco una versión libre sobre el libro de Frank Herbert, una película que en mi humilde opinión, desmerece un poco la aventura de Paul Atreides en el planeta desértico Arrakis, donde Lynch se toma alguna que otra licencia.
La obra de este artista, va desde el cine, a la televisión, pasando por los anuncios comerciales, como los de Play Station 2 y su “Tercer Lugar”, e incluso series flash en Internet como Dumbland o Rabbits.
Dumbland
David Lynch intepretando a Gordon Cole
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