miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tele 5 o cómo no hacer las cosas en televisón.

La deriva morbosa y sensacionalista de Tele 5 es ya nauseabunda.
Hemos tenido que ver en el programa “Está pasando”, bautizado certeramente por el programa de la sexta “Se lo que hicisteis…” como “Podría estar pasando”, como una “reportera” se embarcaba en un avión de Spanair con el mismo código de vuelo que el siniestrado en el accidente en Barajas. Hemos tenido que soportar que en el programa “La Noria” se invite a una mujer a la cual, por ser defendida de un neandertal que la maltrataba, ha conseguido que su defensor caiga en coma, y soportar, así mismo la hipocresía de los “periodistas” que entrevistaban a esa energúmena, quejándose de que hubiera ido a ese programa, cuando ellos formaban parte del mismo circo, ante un público que también participaba de esa indecencia, aunque estos, seguro, que no tenían la más mínima idea del “calibre” de la invitada al programa.

Es triste que se recurra a tales ardides para ganar cuota de pantalla. Es terrible que se utilice el dolor para poder ganar el dinero de los anunciantes. Es dantesco, que se invite y se pague a una señora que supuestamente fue maltratada en plena calle, para intentar exculpar al neandertal de su pareja, de haber dado una soberana paliza a un hombre que, haciendo gala de heroísmo, intentó disuadir a tal ser subdesarrollado de que dejara en paz a la mujer.

Tales cosas las ha cometido Tele 5, cuya programación pasable, se ha reducido a CSI y Aída.

Y no es culpa de los presentadores, que seguramente tendrán problemas de conciencia por alguna u otra cosa dicha en esos programas tan “veraces” y “útiles”, tampoco culpa de los guionistas, que visto como está el mercado laboral del sector, se ha de dar gracias por poder trabajar en un programa de entretenimiento. Tampoco es culpa de los operadores de cámara, sonidistas, técnicos de iluminación, etc. La culpa es del productor, de la cadena y del director que no tienen la sensibilidad suficiente para tratar ciertos temas, y que han desechado el bueno gusto y el buen hacer, para crear o al menos intentar crear, formatos y contenidos de calidad, o que por lo menos, sean respetuosos con la realidad que les rodea.

Tele 5 no es mi cadena favorita, y menos todavía después de su incomprensible deriva. No he trabajado en televisión, quizás algún día lo haga o quizás no, pero al menos se lo que no debería hacer una cadena, y por mucho que los productores digan “es el negocio chaval”, yo no me lo creo y mucho menos lo comparto.
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